El estudiante universitario es élite dentro de la educación. Las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía son contundentes: 2 de cada 3 alumnos que culminan la Educación Media Superior no entran a la universidad.
La lectura que debes hacer de estos números es que ingresar a la facultad es un logro que debes aprovechar. ¿Quieres experimentar a plenitud tu paso por el campus y formarte como un profesionista de éxito? Sigue leyendo.
Ser estudiante universitario o alumno: ¿es lo mismo?
Si te inscribiste en la institución, tienes una credencial, asistes a clases y presentas evaluaciones, claro que eres un alumno. Ahora bien, un estudiante universitario es mucho más; implica vivir la experiencia de la academia.
Un marcador interesante que encontrarás en el proceso de ser universitario es el cambio radical que te sucede. Los estudios realizados y la dinámica cotidiana variada te marcarán profundamente y en positivo en todos los aspectos de tu persona.
Como bachiller que recién ingresa, sufrirás un proceso de maduración, crecimiento y transformación del cual no tienes sospecha. Tu comportamiento, lenguaje, postura personal, ritmo y estructuras de pensamiento cambiarán en este tiempo.
Visto desde otro ángulo, te desarrollarás porque recibirás una formación integral que excede con creces el aprendizaje de asignaturas. La universidad espera que cuando egreses de ella cumplas con un perfil que fue diseñado por especialistas.
Dicho de otra manera, cuando cursas una carrera universitaria tienes una vivencia que se diseñó grosso modo para enriquecerte. De tal manera, en mayor o menor grado entrarás en contacto con esa vida académica estimulante.
Un alumno va a clases y cumple lo mejor que puede con sus obligaciones, mientras que un estudiante universitario vive su universidad.
¿Qué define a un verdadero estudiante universitario?
Alguna tía dirá que siempre están apurados, mientras que un amigo afirmará que viven ocupados con no sé qué de la facultad ¿Te planteaste alguna vez entender verdaderamente qué es ser un estudiante universitario?
La percepción más básica y común de la gente sobre el tema es que es un bachiller que estudia para obtener un título. Te proponemos que pongas de lado un momento esa idea y te plantees conocer en profundidad a este personaje.
El estudiante universitario en México vive una transformación profunda y enriquecedora como profesionista y también como ciudadano.
Un verdadero estudiante universitario se integra con su alma mater y vive el quehacer académico; es cierto que estudia todo el tiempo, se la pasa apurado y ocupado en no sé qué, pero lo hace con entusiasmo y por satisfacción.
Este tipo de estudiante es:
- Proactivo: no requiere estimulación externa para actuar.
- Autónomo: es responsable en un alto porcentaje de su proceso de formación.
- Cuestionador: emplea la duda para poner a prueba el conocimiento.
- Transformador: aprende para cambiarse a sí mismo y a su entorno.
- Cooperativo: reconoce que el progreso se logra en equipo.
- Solidario: adquiere conciencia de su responsabilidad con los demás.
- Educado: conoce y se comporta en consecuencia.
- Participativo: se incorpora a diversas actividades de la vida universitaria.
- Insaciable: quiere aprender cada vez más.
El estudiante universitario es protagonista de su crecimiento personal

Como estudiante universitario corres con las consecuencias de tu conducta: si estudias, progresas y creces o si te quedas es tu responsabilidad ¿Recuerdas aquella máxima del tío del superhéroe: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”?
No necesitas tener un sentido arácnido para entender que, a diferencia de lo que pasaba en tu bachillerato, ya no hay quien esté recordándote tus obligaciones. En todo caso cuentas con asesoramiento para resolver tus dudas e inquietudes.
Una fórmula efectiva en este crecimiento consciente es diseñar y aplicar un proyecto de vida personal; que medites y estructures tus metas, objetivos, estrategias y medios para los próximos años de vida universitaria.
La mejor manera de gestionar tus progresos en la carrera es planificando los diversos aspectos de tu vida ¿Quieres ser el mejor odontólogo, por ejemplo? Entonces tienes que enfocarte en hacerlo realidad; no lo dejes al azar.
Cuando un avión despega del aeropuerto no lo hace sin un rumbo fijo sino que lleva un plan de vuelo. Ese itinerario tiene en cuenta la ruta, hora de salida y arribo, combustible necesario y reserva, acompañantes, previsiones del clima…
¿Ya sabes cuál es tu plan de vuelo en la universidad?
Reconoce la realidad, la cuestiona y se compromete con el cambio
Por supuesto que obtener una licenciatura, tener un título en la mano y ejercer una profesión esponja la autoestima de cualquiera. No obstante, más que una satisfacción personal muy merecida representa un compromiso con los demás.
Piensa por un momento en los beneficios que reciben los pacientes que son atendidos por un odontólogo bien formado. Reflexiona sobre el impacto positivo que recibe el individuo y la sociedad cuando se cuida la salud dental.
Obtener una licenciatura permite tener un mejor nivel de vida, no existe duda al respecto. Ahora bien, ese beneficio tiene otra cara: un buen profesionista adquiere un nivel de consciencia que lo impulsa a mejorar su entorno y su sociedad.
Utilicemos una imagen para ilustrar: ¿alguna vez viste la ciudad desde la altura de un mirador, un campanario o la terraza de un edificio? Un universitario adquiere la capacidad de mirar la realidad con un amplio horizonte de observación y actúa.
Si vas entendiendo lo que venimos diciendo entonces puedes evaluar la importancia de acceder a la universidad; obtienes las herramientas para que todos vivamos mejor: el profesionista, la comunidad y toda la sociedad.
Un profesionista es un líder que busca transformar la realidad a partir de la resolución de los problemas.
Es capaz de asumir el reto de su formación integral
¿Recuerdas algún episodio en que descubriste algo que te gustó mucho y comenzaste a dedicarle atención, tiempo y esfuerzo para disfrutarlo? Digamos que tocar un instrumento, aprender un idioma o investigar sobre viajes.
Algo muy similar sucede cuando te apasionas por lo que estudias en la universidad; suele pasar que los profesores universitarios tienen la capacidad de deslumbrar a sus alumnos con temas, datos, técnicas y mucho más.
Ese estímulo en las clases es el detonante de un conjunto de acciones que generan en el alumno el ansia de saber; el conocer más un elemento te involucra en un proceso similar al que mencionamos al principio.
Así que asumir el reto de la formación personal no es una imposición externa sino un impulso que va desde lo interno ¿Recuerdas cómo disfrutabas cada logro que alcanzabas con tus esfuerzos por dominar la técnica?
El estudiante universitario desarrolla su carrera de forma natural de acuerdo a lo que prefigura que será su desempeño laboral como profesionista.
El estudiante universitario se involucra de acuerdo a sus intereses, inclinaciones, preferencias y perspectivas. Observarás que cada uno de tus compañeros comienza a orientarse hacia un área específica; es responsable de su formación integral.
El estudiante universitario genera espacios para compartir experiencias

Si existe un lugar en donde los individuos descubren la imposibilidad de la autosuficiencia ese es la universidad; entenderás por qué el estudiante universitario se reúne tanto para practicar en el campus y se la pasa ocupado.
Hay una razón por la cual asistirás a la universidad, aunque no tengas clases: para compartir actividades con tus compañeros. Descubrirás que existen muchas personas con intereses e inquietudes comunes con las tuyas.
Por otro lado, encontrarás amigos que tienen habilidades y destrezas complementarias con las tuyas y darás aportes desde tus logros, conocimientos y perspectivas; en ese punto de encuentro se crece exponencialmente en colectivo.
Te sorprenderás proponiéndote formar un grupo en una actividad que parece fascinante, te entusiasmará aceptar el integrarte a una iniciativa para desarrollar un proyecto o una actividad retadora; vivirás esas experiencias.
La idea de que el aprendizaje es colaborativo y cooperativo adquiere rango de necesidad en la universidad ¿Cómo se puede participar mejor en un proyecto de investigación, por poner un caso típico? Sumando talentos diferentes.
Te sorprenderías si conocieras la cantidad de horas que invierten los universitarios en actividades diferentes a las horas de clases. Además, lo hacen por motivación propia y lo disfrutan.
Está dispuesto a aprender nuevas formas de afrontar la vida
Alguna vez un profesor universitario propuso a sus estudiantes de nuevo ingreso un ejercicio: grabar en sus dispositivos una conversación casual entre amigos en el café. Registrar una el primer día de clases y otra el último día de carrera.
Las conversaciones grabadas no deberían tener un tema específico ni ser programada o estructurada, que fuese la charla cotidiana de un estudiante universitario con sus pares.
Las voces registradas en los dispositivos digitales demostrarían de forma clara la profunda transformación que ejerce la universidad en cada individuo. La persona que ingresa a la universidad es una y la que se gradúa es otra diferente.
Tal proceso de crecimiento, maduración y desarrollo podrás experimentarlo si como estudiante estás abierto al cambio que genera la educación superior. Sentirás el avance en la medida en que estés dispuesto a aprender.
¿No es acaso tu progreso lo que te motiva a proseguir con tu formación profesional en la universidad? Lo mejor de la historia es que en el proceso se adquiere mucho más que un título que certifica tus capacidades y conocimientos.
Más aún, descubrirás que esa chispa que siembra la universidad en tu corazón por progresar no cesa nunca. Ahí está la magia de ser universitario.
Conclusión
Lo mejor que te puede suceder en la vida es querer ser un estudiante universitario. La experiencia de asistir a una institución de educación superior de prestigio te permitirá desarrollarte de forma integral.
En la Universidad Vizcaya de las Américas nos gusta plantearnos el reto de ofrecer la mejor educación para quienes quieren lograr sus sueños. Sabemos que una buena educación es la mejor forma de conseguirlo.
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