Ser un líder en la universidad fortalece la formación integral del futuro profesionista. La capacidad de movilizar voluntades en torno a un proyecto, iniciativa o actividad tiene gran valor en el mercado laboral.
¿Conoces entrenadores deportivos, gerentes de grandes empresas, dirigentes políticos, religiosos y hasta artistas hablar e incluso escribir libros sobre liderazgo?
Es que el tema es tan importante que por eso te invitamos a acompañarnos en este artículo que te brindará secretos muy útiles.
¿Qué es y qué implica ser un líder?
¿Qué no tienes madera para dirigir? ¿Qué te da vergüenza hablar en público? ¿Te sudan las manos cuando tienes que trabajar en equipo? ¿Qué no vino en tu paquete genético esa información para mover las masas?
No te preocupes porque esos pretextos nacen de los mitos y creencias erróneas sobre el liderazgo. Ser un líder es un proceso de aprendizaje que puedes manejar perfectamente. Te sorprenderá lo bien que te sentirás cuando lo domines.
Un líder es una persona común y corriente, que no tiene dones especiales y que, sin embargo, puede mover voluntades. El asunto es que la capacidad que desarrolles para expresar ideas y sentimientos te conecta con los demás para convencerlos.
Esta habilidad motoriza una cantidad importante de esfuerzos, compromisos, colaboraciones y asociaciones para alcanzar una meta. Por esta razón es un rasgo muy cotizado en el campo laboral y debe ejercerse desde la universidad.
Ser un líder proactivo o reactivo: ¿Qué los diferencia?
Seguramente no pondrás en duda la capacidad de liderazgo que poseía Adolfo Hitler, por ejemplo. No obstante, sabes que su acción destructiva fue inmensa. De allí que necesites fijar que el liderazgo debe ser positivo y constructivo.
Ser un líder es un rasgo que todo profesionista debe cultivar en la universidad porque será muy bien cotizado por el mercado laboral.
Ser un buen líder es el centro de un profesionista que tiene la mirada para ver e imaginar aquello que se requiere. Además, resulta beneficioso que desarrolles dentro de este liderazgo positivo una conducta proactiva más que reactiva.
Un gerente que espere los movimientos del entorno comercial para tomar decisiones y generar cambios es un líder reactivo. Es decir, su acción responde a un estímulo externo que lo obliga a actuar.
Por el contrario, la alta gerencia de las grandes compañías se caracteriza por ejercer un liderazgo proactivo. Este tipo de líder tiene capacidad de prever escenarios y actúa anticipadamente para generar los cambios en la organización.
En el caso de la universidad, este rasgo se desarrolla al practicar una influencia positiva sobre los compañeros. De esta forma puedes producir iniciativas anticipadas e interesantes en tus grupos para mejorar aprendizajes, por ejemplo.
¿Se puede aprender a ser un líder?

¿Tienes compañeros que de forma natural captan la atención y dirigen los grupos con la mayor naturalidad? ¿Nacieron con ese don? Un porcentaje de esa capacidad se adquiere de forma innata, pero el grueso lo puedes aprender.
Algunos líderes nacen, pero son pocos, la mayoría pasan por un proceso de vivencias, intercambios y entrenamiento. Ser un líder es una práctica que se va puliendo con el ejercicio y la toma de consciencia del proceso de serlo.
Piensa que para dirigir voluntades en torno a tus ideas e iniciativas no tienes que haber nacido con un aura especial. Solo debes enfocarte en aprender a conocerte y saber cómo corregir aquellas carencias impuestas por el entorno y por ti mismo.
5 Consejos para ser un líder
Partamos de lo dicho varios párrafos atrás: un líder es una persona normal con capacidad de movilizar voluntades. Si tienes este aspecto claro, entonces lo que te corresponde es conocer qué aspectos debes trabajar para ser un buen líder.
Digamos que ya te viste en el espejo y tuviste una amena conversación contigo mismo. Agreguemos que ya te empalagaste de resaltar tus virtudes y que además tu otro yo te mostró tus puntos flacos. En fin, siempre es así y debe ser así.
Ahora te corresponde prestar atención a los siguientes 5 consejos que te damos para que desarrolles un liderazgo efectivo y gratificante.
Para ser un líder, conócete y cree en ti mismo
La materia prima del líder eres tú mismo, con tu historia, virtudes, defectos, limitaciones, ventajas, sueños y demás. De allí que necesites sincerarte en el proceso de reflexión sobre ti y evaluarte con justicia y honestidad.
Posiblemente tienes la ventaja de ser elocuente y transmitir tus ideas y emociones de forma eficiente. Si no es el caso, entonces te corresponde aprender sobre oratoria y adquirir el entrenamiento necesario para desarrollar esa habilidad.
Quizás se te hace complicado prever escenarios futuros o plantearte rutas de acción. En este sentido, tus acciones deben dirigirse hacia adquirir de la experiencia de los conocedores cómo desarrollaron ellos esa mirada.
Tal vez te cueste expresar y manejar tus emociones. En tal caso, te conviene contar con un monitor profesional que te enseñe a conocer, manejar y canalizar tus emociones. Un líder tiene que estar bien conectado con lo que siente.
Debes saber que para ser un líder tienes que tener el coraje de atreverte a cambiar y generar impactos positivos en el entorno. Busca dentro de ti cuáles otras cualidades necesitas desarrollar o perfeccionar para liderar tu vida.
Mantén una comunicación efectiva
Ser un líder implica estar conectado con la masa y la vía de conseguirlo es la comunicación. Esta última se refiere no solamente al lenguaje oral y escrito, sino también al corporal y a las emociones. Un líder contagia pasión y fuerza.
Para ser un líder proactivo debe existir una poderosa comunicación con el colectivo para contagiarle emoción y fuerza constructivas.
Comunicarse es la clave para fundamentar y fortalecer el liderazgo. Aquí valen las capacidades de transmitir ideas y emociones, pero también las de escuchar y establecer empatía con el otro. El liderazgo es un espacio compartido.
La base del liderazgo es el respeto por los demás y la valoración de su importancia en el logro de los objetivos. Por eso el líder debe ser humilde al comunicarse y entender que su acción en realidad es un servicio al colectivo.
Desarrolla la inteligencia emocional

La inteligencia emocional no forma parte del paquete con el cual naces. Más bien, la construyes con las habilidades que adquieres. Puedes aprender a manejarla en sus diversas dimensiones, a saber:
- Autoconocimiento
- Autorregulación emocional
- Motivación
- Empatía
- Habilidades sociales
Como podrás observar, estas son básicas en la vida diaria tanto para la comunicación efectiva como para ejercer el liderazgo. La inteligencia emocional combina la inteligencia intrapersonal y la interpersonal.
Te permite comprender y manejar tus emociones y trabajar las de las otras personas. Por esta razón, un líder puede inyectar motivación y lograr la cooperación de los demás para cumplir las metas deseadas.
El liderazgo requiere que controles tus emociones para que puedas tener la mente clara en la toma de decisiones. Pero además para que puedas transmitir motivación en sentido constructivo.
Comparte tus conocimientos
Una habilidad que hace del líder una figura significativa para el grupo es esa capacidad de transmitir conocimientos. Esta condición de generosidad con los demás eleva la calidad del colectivo al construir una formación compartida.
El intercambio de ideas, conocimientos, experiencias, creencias y convicciones es bidireccional. Ser un líder no implica ser el dueño de la verdad. Por el contrario, involucra tener la capacidad de transmitir tu visión y recibir las de los demás.
Aquí intervienen diferentes elementos que debes tener en cuenta, como son:
- Humildad
- Honestidad
- Empatía
- Integridad
- Capacidad de negociación
- Predicar con el ejemplo
Cuando manejes esta habilidad de comunicarte efectivamente con los demás, cosecharás los frutos del crecimiento en grupo. Ten presente que el líder es la cabeza de un cuerpo colectivo. Quien da recibe en esa misma medida y más.
Confía en tu equipo de trabajo
El liderazgo es un pacto tácito que establece el grupo con una persona y que tiene su fundamento en la confianza mutua. De allí que encuentres en esta última la clave para desarrollar aquellos proyectos que quieras impulsar.
Quien dirige no tiene que saber todo ni ser bueno en todo. Lo que debes desarrollar es la capacidad de gestionar en conjunto lo que cada parte debe realizar. Tal conducta implica delegar en quien sabe hacer mejor cada cosa.
El líder no controla sino que delega en función de las competencias de cada quien, confía y evalúa el desempeño. ¿Ves por qué las capacidades de comunicar y motivar serán fundamentales en tu rol de líder de un grupo?
Importancia de ser un buen líder en tu universidad
La universidad es el espacio perfecto para que practiques la técnica de ensayo y error. ¿Acaso vas a la universidad porque sabes todo o porque quieres aprender lo que desconoces hasta ahora? La respuesta es clara y te da derecho a equivocarte.
Ahora bien, solo en el momento cuando comiences a practicar el liderazgo será cuando se manifestará este elemento en tu vida. Equivocarte, corregir, ajustar, volver a intentar forma parte de la ecuación de aprendizaje del liderazgo.
Recuerda que las instituciones de educación superior son escenarios para la formación integral del profesionista. No pierdas la oportunidad de oro de sacarle el mayor provecho a tu paso por la institución ejerciendo tu liderazgo.
Conclusión
Aunque todavía no lo sepas, vas a la universidad para ser un líder capaz de influir en el entorno de tu área. Es cierto que obtienes conocimientos, pero además logras adquirir un conjunto de capacidades que van más allá de las aulas.
Al lograr tu titulación como licenciado, adquieres también el compromiso de ser un líder. Por esta razón en la Universidad Vizcaya de las Américas brindamos una formación integral para que egresen profesionistas con capacidad de liderazgo.
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